Ha llegado el verano y muchos se dirigen a sus destinos favoritos. Pero si planeas alguna visita especial, incluso durante todo el año, es hora de informarte y comprender estas normas.

El aumento exponencial de visitantes en los museos italianos y europeos, si bien es un dato positivo para la cultura y la economía, ha dado lugar a un fenómeno preocupante: daños involuntarios a las obras de arte causados por la desatención y comportamientos inapropiados.
El “Galateo de los museos”: once reglas para visitantes conscientes
El creciente número de visitantes en los museos está generando problemas como daños a las obras por selfies y comportamientos irresponsables, volviendo los espacios caóticos y vulnerables. Para contrarrestar esto, Libreriamo ha lanzado el “Galateo de los Museos”, una iniciativa que busca educar a los visitantes sobre el respeto en estos lugares. Su meta es restaurar el sentido común en la experiencia museística, promoviendo la idea de que visitar un museo es como entrar en un hogar histórico que merece un trato respetuoso.

El problema es real y las cifras lo confirman: el verano de 2024 registró más de 60 millones de entradas en los museos italianos, con previsiones de un crecimiento aún mayor para 2025. Este “overtourism” hace que los museos sean vulnerables, donde incluso pequeños gestos descuidados pueden transformarse en actos destructivos. El Galateo ideado por Libreriamo propone once reglas sencillas pero cruciales para promover una cultura de respeto y mejorar la experiencia de todos los visitantes, protegiendo al mismo tiempo las obras de arte:
Reducir a lo esencial bolsos y mochilas: Los objetos voluminosos pueden golpear accidentalmente obras de arte o marcos. Siempre es recomendable utilizar el guardarropa disponible.
Hablar en voz baja: Las galerías de arte son lugares de contemplación, no de conversación. Un tono discreto asegura una visita agradable para todos.
Prohibido consumir alimentos, bebidas o cigarrillos electrónicos: Cualquier sustancia, incluido el vapor, puede dañar materiales antiguos y delicados.
Mantener el teléfono en silencio: Las llamadas y notificaciones interrumpen el disfrute de las obras y la concentración de otros visitantes. Es preferible evitar distracciones.
No permanecer demasiado tiempo delante de una obra: Todos los visitantes tienen derecho a observar. Evitar bloquear la vista o crear aglomeraciones.
Limitar las fotos: Una sola foto es suficiente, si está permitida. Fotografiar sin medida transforma el arte en un mero telón de fondo, disminuyendo su valor contemplativo.
Nunca usar el flash: El flash puede causar daños irreparables en superficies y pigmentos de las obras. Es fundamental comprobar siempre la señalización específica.
Prohibido el uso del palo selfie: Este accesorio representa un riesgo para las obras de arte y contribuye al caos dentro de los espacios expositivos.
Caminar con atención: Prestar atención a cables, obras expuestas en el suelo o delimitaciones. Es necesario mostrar respeto por el espacio circundante.
No tocar las obras: Incluso un toque ligero puede causar daños irreversibles. Nunca está permitido tocar ninguna obra.
No apoyarse en las paredes: Las paredes pueden albergar marcos o estructuras frágiles. Solo está permitido sentarse donde esté específicamente indicado.