La casa de Richard Gere y Alejandra Silva en La Moraleja es un chalet con detalles interesantes y exclusivos
El pasado domingo 16 de febrero, Alejandra Silva, mujer de Richard Gere, ha cumplido 42 años, y con este motivo ha compartido en su cuenta oficial imágenes que muestran la casa donde vive con el actor. Como adelantó EL ESPAÑOL, la vivienda de la pareja tiene una arquitectura tradicional y un total de 13 cámaras de seguridad.
La vivienda de los Gere es valorada en 11 millones de euros, ya que viven en una de las zona más exclusivas de Madrid, La Moraleja, a las afueras de la capital. El divo de Hollywood vendió su casa en Connecticut para mudarse a España con toda la familia en este chalet, construido en el año 1994: “Es la primera vez que voy a vivir fuera de Estados Unidos”, comentó Gere a la prensa.
La vivenda de 800 metros cuadrados y un terreno de 3.000 metros cuadrados, donde los Gere viven con sus dos hijos, Alexander y James – nacidos en 2019 y 2020 – es una fusión perfecta del estilo rústico moderno, con blanco, madera y tonos marrones. La cocina de estilo rústico español, con isla central y sillas de madera, evoca las casas de campo con suelos de terracota y madera. Detalles como un jarrón con flores frescas y fotos familiares añaden un toque personal y hogareño.
El jardín es uno de los puntos fuertes de la casa, un lugar mágico donde los Gerês pasan los meses cálidos y les encanta compartir momentos de celebración con familiares y amigos La casa de Richard Gere y su pareja es un reflejo de sus pasiones y experiencias. Llenos de libros y objetos decorativos, muchos de ellos con un toque místico, como estatuillas budistas y elefantes que evocan lugares como Nepal, India o el Tíbet, su hogar es un testimonio de su compromiso con los derechos humanos y su amor por los viajes a culturas exóticas.
La pareja ha traído consigo fragmentos de esas culturas a su hogar, creando un espacio que no solo es un refugio, sino también un pedazo del mundo que han explorado. Richard Gere, en particular, ha estado viajando a Nepal e India desde la década de 1970, donde se ha reunido con monjes budistas tibetanos, lo que ha influido en la decoración y el ambiente de su casa.
Como toque final, un sillón blanco con una manta protectora sugiere que la pareja también tiene en cuenta la practicidad y la limpieza, especialmente con niños pequeños en casa.
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