No todos saben como Einstein resolvía problemas: el truco te deja sin palabras, y es algo que puedes hacer tu también.
Copiar los hábitos de los genios puede ser extravagante pero también interesante, y si hablamos de Einstein la cuestión se vuelve muy seria. Te explicamos porqué.
La revista National Geographic ha explicado el secreto de los genios como Einstein, la respuesta a la pregunta de las preguntas: como resolvía los problemas.
Según la creencia popular y anécdotas históricas, las microsiestas podrían haber jugado un papel crucial en la genialidad de Albert Einstein, ayudándole a resolver complejos problemas matemáticos y científicos. Se dice que Einstein practicaba siestas cortas sosteniendo una cuchara sobre una bandeja metálica. Al quedarse dormido y relajarse, la cuchara caía, despertándolo justo en el umbral del sueño profundo. Se teoriza que este estado transitorio permitía a su mente divagar libremente, facilitando la aparición de soluciones creativas a los desafíos en los que estaba trabajando, impulsadas por los pulsos de sus conexiones neuronales durante las primeras fases del sueño.
Esta peculiar técnica no era exclusiva de Einstein, sino que también se atribuye a otros genios como Thomas Edison y Salvador Dalí, quienes utilizaban objetos similares para interrumpir el sueño poco después de su inicio. Investigaciones recientes en neurociencia del sueño respaldan la idea de que las siestas cortas pueden tener un impacto significativo en la resolución de problemas. Un estudio publicado en Scientific Advances en 2021 demostró que voluntarios que lograron dormir durante al menos 15 segundos en una microsiesta, utilizando una técnica similar a la de Einstein, tenían tres veces más probabilidades de descubrir una regla matemática oculta en una serie de problemas en comparación con aquellos que no se durmieron. Sin embargo, el estudio también reveló que si los participantes alcanzaban fases más profundas del sueño, este efecto beneficioso desaparecía.
La clave durante una siesta reside en la fase N1 del sueño, que suele durar menos de 10 minutos. Para hacer una siesta creativa, la clave es que sea corta. Cuando te tumbas en el sofá, hay que extender el brazo que quede en la parte de fuera y sujetar un objeto que vaya a hacer ruido al caer – como una cuchara, o unas llaves. Una vez llevas un tiempo intentando dormir, la hipotonía muscular (pérdida de fuerza momentánea) asociada a la fase N1 del sueño te hará soltar el objeto y despertandote (posiblemente) con la respuesta al problema que teníamos delante antes de dormir.
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