El Atlético de Madrid vive días de preocupación tras la lesión de Marcos Llorente, uno de los jugadores más utilizados por Diego Simeone y pieza clave en el equilibrio táctico del equipo.
El centrocampista madrileño sufrió una lesión muscular en el muslo durante el encuentro de LaLiga frente al Getafe, un problema físico que le obligó a abandonar el campo apenas 14 minutos después del inicio.

La imagen del jugador tocándose la parte posterior del muslo y pidiendo el cambio encendió inmediatamente las alarmas en el cuerpo médico rojiblanco.
Los exámenes realizados tras el partido confirmaron la presencia de una lesión muscular cuya gravedad exacta no ha sido detallada por el club, siguiendo la habitual política de prudencia del Atlético de Madrid. Lo que sí se ha comunicado oficialmente es que Llorente ha comenzado de inmediato un proceso de fisioterapia y trabajo de readaptación en el gimnasio, con la intención de evaluar día a día su evolución. En estos casos, el tiempo de recuperación puede variar significativamente según las sensaciones del jugador y la respuesta del músculo a las primeras sesiones de tratamiento.
Llorente se queda fuera
La lesión llega en un momento especialmente delicado para el Atlético, que está preparando su duelo de Champions League contra el Inter de Milán, un partido crucial para las aspiraciones del equipo en la fase europea. La posible ausencia de Llorente representa un contratiempo importante para Simeone, que considera al jugador un recurso versátil capaz de cubrir múltiples posiciones: interior, carrilero, extremo e incluso segundo punta. Su capacidad para aportar energía, ruptura, repliegue defensivo y llegada al área rival lo convierte en un futbolista difícil de sustituir.

En el entorno del club se reconoce que su participación ante el Inter es, como mínimo, muy dudosa. Aunque no está completamente descartado, las opciones parecen disminuir a medida que avanzan los días y la evolución no ofrece garantías suficientes para asumir riesgos. El Atlético sabe que forzar una recuperación prematura podría provocar una recaída, algo que en este momento de la temporada sería todavía más perjudicial.
Mientras se espera la evolución del jugador, Simeone ya estudia alternativas. Entre las opciones se encuentran Rodrigo de Paul, Pablo Barrios o incluso la posibilidad de modificar el esquema táctico para compensar la ausencia de un futbolista tan completo. No obstante, ninguno de ellos ofrece exactamente las mismas cualidades de Llorente, lo que obligará al entrenador argentino a ajustar roles y comportamientos dentro del campo.
Los aficionados rojiblancos también han mostrado su preocupación, conscientes de que la temporada entra en una fase decisiva tanto en LaLiga como en Europa. La baja de un jugador tan determinante puede tener impacto directo en el rendimiento del equipo, especialmente en partidos de alta exigencia física como el que espera en la Champions.
Por ahora, el club pide calma. La evolución será la que decida si Llorente podrá estar presente o si deberá esperar algunas semanas más antes de volver a competir. Lo único seguro es que su recuperación será tratada con máxima cautela para evitar problemas mayores en un calendario tan cargado.





