Antoine Griezmann ha vuelto a demostrar por qué sigue siendo una pieza clave para Atlético de Madrid. En el reciente enfrentamiento ante Levante UD, el conjunto rojiblanco se impuso por 3-1 gracias, en buena parte, al doblete de Griezmann tras ingresar desde el banquillo.
Desde el comienzo de la temporada el Atlético había mostrado altibajos, pero poco a poco parece recuperar el tono necesario para luchar por los títulos. En el partido frente al Levante, los visitantes plantaron cara con un buen planteamiento, pero el oficio y la paciencia del Atleti terminaron por decantar el duelo a su favor.

Griezmann, entrando en el tramo decisivo del choque, cambió el ritmo del equipo: consiguió abrir la lata al poco de pisar el césped y añadió su segundo gol para certificar el triunfo. Con este rendimiento, se reafirma su estatus de “eterna” referencia ofensiva en el club.
Por su parte, el Atlético demostró que, cuando el equipo toma el control del balón, desplaza al rival y genera oportunidades con claridad, puede imponerse incluso a conjuntos que salen con una mentalidad aguerrida. El gol tempranero en propia puerta del Levante ayudó al Atleti a asentarse, aunque los visitantes igualaron tras un corner, lo que añadió tensión al partido.
La afición rojiblanca puede tener motivos para ilusionarse: el equipo no solo venció, sino que lo hizo dominando gran parte del duelo y aprovechando su momento de forma ofensiva. La actuación de Griezmann refuerza además que el club cuenta con un arma confiable para marcar la diferencia en momentos clave.
Un futuro de esperanza para los colchoneros
El triunfo frente al Levante no sólo vale por los tres puntos, sino por la imagen que transmite el equipo: un Atleti serio, capaz de imponer su estilo, de tener control del juego y de resolver cuando se requiere. Es un mensaje claro para rivales y para la propia plantilla: este Atleti puede aspirar a más.

Griezmann sigue siendo ese jugador que aparece cuando hace falta, ese factor diferencial que convierte encuentros parejos en victorias. Y en una temporada en la que el Atlético de Madrid aspira a estar entre los grandes, contar con jugadores en forma y con carácter puede marcar la diferencia.
La pregunta es: ¿será éste el inicio de una racha más amplia? ¿Podrá el equipo mantener este nivel, combinar solidez defensiva con eficacia ofensiva y, sobre todo, contar con momentos decisivos de jugadores como Griezmann para despegar hacia los puestos altos de la clasificación? El presente ya ofrece motivos para la esperanza.
En definitiva, el Atlético vuela, Griezmann no se detiene… y la temporada se presenta con muchas promesas para los rojiblancos.





