Situada en el corazón de Galicia, al noroeste de España, Ourense es una joya escondida que muchos viajeros pasan por alto.
Aunque no tiene la fama de Santiago de Compostela o la costa gallega, esta ciudad ofrece una mezcla única de historia, naturaleza, gastronomía y aguas termales que enamoran a quien la visita.

Ourense tiene un pasado romano muy marcado, evidente en su famoso Puente Romano que cruza el río Miño. Este puente ha sido clave en la comunicación y el comercio durante siglos, y hoy en día es uno de los símbolos más reconocidos de la ciudad. En el casco antiguo, calles empedradas te llevan a la Catedral de San Martiño, una impresionante estructura románica con detalles góticos y barrocos.
También destaca la Plaza Mayor, una de las pocas en España con una inclinación notable. Rodeada de edificios históricos y cafés tradicionales, es un lugar perfecto para disfrutar del ambiente local y observar la vida cotidiana de los ourensanos.
Ourense, termas y naturaleza
Lo que realmente diferencia a Ourense son sus aguas termales. Conocida como “la ciudad de las burgas”, Ourense cuenta con varias fuentes de agua caliente natural que han sido aprovechadas desde tiempos romanos. Las Burgas, situadas en pleno centro, son accesibles al público y se pueden visitar de forma gratuita.

Un poco más lejos, a orillas del Miño, se encuentran complejos termales como Outariz y A Chavasqueira, donde los visitantes pueden relajarse al aire libre en piscinas naturales de agua caliente mientras disfrutan de vistas al río y a la vegetación gallega.
La cocina en Ourense es otro de sus grandes atractivos. Los productos locales como la carne de ternera gallega, los pimientos de Arnoia o el pulpo a la gallega se preparan con recetas tradicionales que conservan todo su sabor. Además, no se puede dejar de probar el famoso licor café, típico de Galicia, ideal como digestivo tras una buena comida.
Aunque Ourense mantiene viva su tradición, también ha sabido adaptarse a los tiempos modernos. Cuenta con una animada vida cultural, con teatros, museos y festivales como el Otoño Fotográfico. Su universidad y centros de innovación tecnológica la convierten en una ciudad dinámica, ideal para quienes buscan combinar cultura, historia y calidad de vida.
En resumen, Ourense es una ciudad que sorprende. Su tamaño manejable, su rica herencia cultural y natural, y su ambiente acogedor hacen de ella un destino ideal para quienes desean descubrir una Galicia más auténtica y menos turística.