Cádiz, conocida cariñosamente como la “Tacita de Plata”, es una de las ciudades más antiguas de Occidente, con una historia que se remonta a los fenicios.
Su ubicación en una estrecha península le confiere un encanto único, rodeada por el mar y con un centro histórico que parece detenido en el tiempo. Si planeas visitar esta joya andaluza, te adentrarás en un lugar donde la historia, el arte y la alegría de su gente se fusionan de manera perfecta. Es una ciudad para caminar sin rumbo, perderse en sus callejuelas y descubrir rincones llenos de magia.

Tu primera parada debe ser la imponente Catedral de Cádiz, con su característica cúpula dorada que brilla bajo el sol. Puedes subir a la Torre del Reloj para disfrutar de una de las mejores vistas de la ciudad y el Atlántico. Justo al lado, el Barrio del Pópulo, el más antiguo de la ciudad, te invita a un viaje al pasado con sus estrechos arcos medievales y plazas escondidas.
No te olvides de visitar el Castillo de Santa Catalina y el Castillo de San Sebastián, dos fortalezas que protegían la ciudad del mar y que hoy ofrecen vistas espectaculares.
Vas a Cádiz de vacaciones, esto es lo que hay que ver
Más allá de su patrimonio histórico, Cádiz enamora por sus playas y su vibrante atmósfera. La playa de La Caleta, situada entre el Castillo de Santa Catalina y el de San Sebastián, es un lugar emblemático. Con sus pequeñas barcas de pescadores y un aire bohemio, es el sitio ideal para ver una puesta de sol inolvidable. Si prefieres una playa más extensa y con todos los servicios, la Playa de la Victoria es tu mejor opción, popular entre locales y turistas.

Pero no se puede entender Cádiz sin su gastronomía. El Mercado Central es un festival de sabores y olores, donde podrás probar el pescado y marisco más fresco. No te vayas sin probar el “pescaíto frito” en uno de los muchos bares del centro, o las famosas “tortillitas de camarones”.
La vida nocturna también es especial: los gaditanos son conocidos por su ingenio y alegría, especialmente durante el Carnaval, la fiesta más importante de la ciudad. Cádiz es, en definitiva, una ciudad que te recibe con los brazos abiertos y te invita a disfrutar de la vida sin prisas, con una sonrisa y un buen plato de pescado.