El panorama cultural español ha sido testigo de una noticia trascendental: la adquisición de la Casa Gomis por parte del Ministerio de Cultura.
Conocida también como La Ricarda, esta joya arquitectónica del racionalismo catalán, ubicada en El Prat de Llobregat, Barcelona, ha pasado a formar parte del patrimonio público español.

La decisión, anunciada por el ministro Ernest Urtasun, no solo asegura la preservación de un edificio de incalculable valor histórico y artístico, sino que también abre un nuevo capítulo para su futuro. El objetivo es convertirla en un centro cultural 100% abierto al público, un espacio donde se fusionarán el arte, la arquitectura y el entorno natural que la rodea.
Esta adquisición pone fin a un largo periodo de incertidumbre y riesgo para la propiedad. Enclavada en el paraje natural de La Ricarda, la casa se encontraba amenazada por los planes de ampliación del aeropuerto de El Prat, una situación que generó un intenso debate público. Con la compra, el gobierno no solo protege el edificio, sino que también salvaguarda el ecosistema del delta del Llobregat.
La operación, cuyo importe superó los 7 millones de euros, ha sido vista como un triunfo para la cultura y el patrimonio, y un ejemplo de cómo la voluntad política puede marcar la diferencia en la protección de bienes históricos.
Un futuro como centro cultural para un icono del siglo XX
La Casa Gomis, diseñada por el arquitecto Antoni Bonet Castellana entre 1949 y 1963, es un símbolo de la modernidad en España. Su arquitectura se caracteriza por la simbiosis entre el edificio y el paisaje, con amplios ventanales y una estructura modular que permite la entrada de luz natural. Este espacio, que fue residencia de la familia Gomis y un punto de encuentro para intelectuales y artistas de la vanguardia catalana durante la dictadura franquista, ahora renacerá como un espacio vivo y accesible para todos.

La gestión del futuro centro cultural será confiada al Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC), en colaboración con el Ministerio de Cultura y la Generalitat de Catalunya. Esta alianza estratégica busca garantizar una programación cultural de alta calidad y una gestión profesional del espacio.
Se prevé que la casa abra sus puertas al público en 2026, coincidiendo con la celebración de Barcelona como Capital Mundial de la Arquitectura. El nuevo centro no solo exhibirá el valor arquitectónico del edificio y su mobiliario original, sino que también albergará exposiciones, visitas guiadas y actividades culturales.
Este paso es un reconocimiento al legado de Ricardo Gomis, el mecenas que impulsó el proyecto, y una garantía de que su visión de un espacio de encuentro para la cultura y el arte continuará viva. La compra de la casa representa una victoria para la cultura española, asegurando que un patrimonio tan valioso no caiga en el olvido.