En el deporte pueden ocurrir acontecimientos verdaderamente únicos, a veces positivos y a veces negativos, y algunos incluso permanecen en la historia.

Durante un partido del Mundial de Clubes entre Boca Juniors y Benfica, el árbitro mexicano César Ramos protagonizó un incidente insólito, que rápidamente se volvió viral.
Árbitro expulsa a jugador… ¡con una imagen divina!
Mientras se disponía a expulsar al jugador de Boca, Figal, con tarjeta roja, Ramos sacó de su bolsillo no la tarjeta esperada, sino una estampa de la Virgen de Guadalupe, patrona de México y figura de gran devoción para millones de creyentes.
César Ramos expulsó a Jorge Figal, jugador de Boca Juniors, en el juego contra Benfica. Cuando mostró la tarjeta roja, al mismo tiempo, enseñó una estampilla de la Virgen de Guadalupe. ¿Por qué el árbitro mexicano enseñó esa estampa?
De acuerdo a instructores del Mundial de Clubes, que organiza la FIFA, el árbitro mexicano “siempre ha cargado una estampilla de la Virgen de Guadalupe en sus bolsillos”. César Ramos acostumbra a llevar la imagen en todos sus partidos, desde que se dedica al arbitraje.

Debido a que el juego se disputó en el Hard Rock Stadium de Miami, Estados Unidos, los termómetros marcaban más de 30 grados centígrados, lo que provocó que por el sudor y la humedad se pegara la imagen al cartoncillo rojo. “Por la humedad se adhirió a la tarjeta que traía en uno de los bolsillos traseros”, contó la fuente cercana al gremio arbitral que trabaja en el Mundial de Clubes.
Aunque el error duró solo unos segundos, las imágenes se difundieron en redes sociales, provocando sonrisas y comentarios divertidos como “¡Bendita expulsión!” o “¡La Virgen está atenta!”. Este episodio destacó la profunda fe del árbitro, conocido por su devoción a Nuestra Señora de Guadalupe.
Para algunos, fue simplemente un despiste, y para otros representó un recordatorio providencial de la presencia de María incluso en los momentos más inesperados. La devoción a la Virgen de Guadalupe se remonta a su aparición a San Juan Diego en 1531 en México, cuando su imagen quedó milagrosamente impresa en la tilma del joven; desde entonces, la Virgen ha sido un símbolo de amor, maternidad y protección, especialmente para el pueblo latinoamericano.
El partido terminó empatado a dos goles, con un tanto decisivo de Nicolás Otamendi en los últimos minutos. A pesar del resultado, César Ramos fue fuertemente criticado en Argentina por su arbitraje, específicamente por la expulsión de tres jugadores y la marcación de un penal durante el encuentro.