Ocho suites de la terminal, diseñadas para la relajación, funcionan también como galerías de arte privadas y un menú de alta cocina y amplia carta de bebidas, todo ello en un ambiente de total privacidad.
El control de seguridad es privado y extremadamente rápido, y los pasajeros son llevados directamente al avión, embarcando antes que el resto. Te revelamos donde está este espacio exclusivo para viajeros.
The Windsor by Heathrow es la exclusiva terminal privada dedicado a personajes famosos y políticos, un servicio VIP que ofrece una experiencia de lujo inigualable, comenzando con la recogida de los pasajeros en su domicilio por un chófer privado que los lleva directamente a una suite personalizada. Allí, el personal se encarga de todo el proceso, desde la facturación del equipaje hasta los controles de seguridad, mientras los huéspedes se relajan.
La terminal cuenta con ocho suites elegantemente diseñadas, cada una concebida como una galería de arte privada, espacios, con colores neutros y líneas limpias pensados para la máxima relajación. La reciente renovación ha incorporado salas VIP mejoradas y un restaurante de alta cocina dirigido por el reconocido chef Jason Atherton, ofreciendo un menú ilimitado que incluye platos inspirados en sus restaurantes más famosos. Los huéspedes también disfrutan de una amplia carta de bebidas, brindando por su viaje en un ambiente de total privacidad.
El proceso de embarque es eficiente: los pasajeros pasan por un control de seguridad privado increíblemente rápido y son trasladados directamente al avión en coche, embarcando antes que el resto de los pasajeros.
Acceder a esta experiencia VIP no es económico, con precios que parten de $4900 para un máximo de tres personas. Sin embargo, para aquellos que priorizan la privacidad, la eficiencia o necesitan optimizar su tiempo, es un servicio invaluable. Originalmente limitado a diplomáticos y la realeza, se expandió para el público que viaja en clase business o superior antes de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y ha sido recientemente renovado. Aunque Heathrow recibe millones de pasajeros al año, solo unos 50.000 tienen acceso a The Windsor Suite, garantizando una sensación de exclusividad.
Para quienes pueden permitírselo, la experiencia es un gran atractivo, especialmente beneficioso para viajeros de negocios, quienes valoran la flexibilidad para llegar al aeropuerto más tarde o agilizar los trámites de inmigración al aterrizar. El cronista de Condé Nast Traveller que experimentó el servicio destacó la calidez y el profesionalismo del personal, aunque advirtió que las futuras experiencias aeroportuarias podrían palidecer en comparación.
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