Este junio, el vuelo AI171 de Air India con destino a Londres se estrelló poco después de despegar de Ahmedabad, India, cobrando la vida de más de 240 personas a bordo y varias en tierra.

Sorprendentemente, solo un pasajero, Vishwash Kumar Ramesh, sobrevivió al trágico accidente, lo que ha llevado a una profunda investigación sobre las causas de este desastre aéreo.
¿Coincidencia o destino? El asiento 11A y los retrasos que salvan vidas
El reciente accidente aéreo en la India, donde solo Vishwash Kumar Ramesh logró sobrevivir de 242 personas a bordo del Boeing 787 de Air India en el asiento 11A, ha reavivado una asombrosa coincidencia en la memoria de Ruangsak Loychusak, un cantante tailandés de 47 años. Este hombre, al enterarse de la noticia, sintió un escalofrío que lo transportó a su propio pasado, a una tragedia aérea de 1998 de la que también sobrevivió, sentando, increíblemente, en el mismo asiento 11A.
El incidente al que se refiere Loychusak fue el del vuelo TG261 de Thai Airways, que partió de Bangkok con destino a Surat Thani, Tailandia. Aquel fatídico 11 de diciembre de 1998, el avión se estrelló, cobrándose la vida de 101 de los 132 pasajeros y 14 miembros de la tripulación. La supervivencia de Loychusak en aquel entonces fue un milagro; ahora, el relato de Ramesh, sentado en el mismo asiento, le ha generado una profunda conmoción y un sentido de conexión inexplicable.

Loychusak describe el impacto duradero de su experiencia: “Después del accidente, tuve dificultades para volar durante 10 años. Me costaba respirar, aunque la circulación del aire era normal. Evitaba hablar con cualquiera y siempre miraba por la ventanilla, impidiendo que nadie la cerrara”, compartió. La memoria sensorial del accidente permanece vívida en su mente: “Todavía recuerdo los sonidos, los olores e incluso el sabor del agua del pantano donde se estrelló el avión”, añadió, revelando la cicatriz profunda que dejó el trauma.
El cuento de la supervivencia en el accidente de la India no solo se centra en Vishwash Kumar Ramesh, sino también en la historia de Bhoomi Chauhan, una joven india cuya vida fue salvada por una serie de inesperados contratiempos. Bhoomi se levantó temprano y se preparó para abordar el vuelo AI171 de Air India con destino a Londres. Sin embargo, un embotellamiento en Ahmedabad la retrasó, y llegó al aeropuerto 10 minutos tarde. Enojada, estresada y frustrada por lo que percibía como un día desastroso, no podía comprender el porqué de tanta adversidad.
Pero solo tres minutos después de su llegada, ese mismo avión en el que iba a volar se estrelló, cobrando la vida de más de 240 personas y dejando un único sobreviviente. En ese momento, la frustración de Bhoomi se transformó en un temblor de incredulidad y una profunda gratitud. “Solo puedo decir que Dios me salvó. Mi mente está en blanco. Mi cuerpo tiembla… pero estoy viva”, expresó entre lágrimas.