La baba de caracol ha experimentado un auge global en la industria del cuidado de la piel, con un mercado valorado en 555 millones de dólares.
Aunque su popularidad ha sido impulsada por las redes sociales y el éxito en Corea del Sur, el uso de la baba de caracol se remonta a la antigüedad: pocos saben que los antiguos griegos ya la empleaban para tratar inflamaciones, y en los años 80, criadores chilenos notaron que sus manos se suavizaban y las heridas cicatrizaban más rápido al manipular caracoles, lo que impulsó su fama en Sudamérica.
La mucina de caracol, especialmente la producida por los caracoles de jardín, se promociona por sus propiedades hidratantes, antioxidantes y estimulantes del colágeno, lo que podría ayudar a reducir los signos del envejecimiento. Dermatólogos como Joshua Zeichner y Elizabeth Bahar Houshmand señalan que los consumidores la utilizan para reparar la piel dañada y retener la humedad. Contiene vitaminas A y E, antioxidantes que combaten la inflamación, y péptidos que favorecen la producción de colágeno. Sin embargo, se necesitan más ensayos clínicos a gran escala para confirmar plenamente algunos de estos efectos.
Estudios han demostrado que el extracto de baba de caracol puede formar una barrera protectora contra la contaminación atmosférica, reduciendo la inflamación y el envejecimiento cutáneo causado por el estrés oxidativo. La investigación sobre la baba de caracol va más allá de la cosmética: existen indicios de que podría ayudar en la cicatrización de heridas y el tratamiento de quemaduras debido a sus propiedades antibacterianas y antifúngicas. Algunos estudios incluso sugieren que podría ser eficaz contra ciertas bacterias resistentes a los antibióticos y, en laboratorio, ha inhibido el crecimiento de células cancerosas de la piel.
Científicos como Antonio Cerullo han analizado los tres tipos de baba de caracol (protectora, adhesiva y lubricante), encontrando diferencias en sus propiedades y composición bioquímica, que les permiten al caracol moverse y adherirse. Aislar las moléculas específicas y sintetizarlas es un desafío complejo, ya que múltiples componentes podrían interactuar para crear sus efectos.
La calidad de los productos con baba de caracol puede variar, porqué es influenciada por la alimentación y cría de los caracoles, así como por los métodos de recolección. Si bien algunos métodos buscan ser menos invasivos, la secreción de baba a menudo ocurre bajo estrés.
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