El secreto de Papa León para vencer a Sinner está…dentro del Vaticano

El secreto de Papa León XIV para vencer al campeón de tenis Jannik Sinner existe y está…dentro del mismo Vaticano.

Ayer, miercoles 14 de mayo, Papa Prevost recibió en el Vaticano el campeón de tenis italiano Jannik Sinner, que compite en el torneo de los Internazionali di Roma, junto a sus padres y al presidente de la FITP, Angelo Binaghi, que honró al Pontífice con el carnet de socio honorario.

Tras su elección, se habló mucho de la pasión del Papa estadounidense por el tenis. En una entrevista de 2023, el entonces cardenal Prevost expresaba su deseo de volver a las canchas tras su tiempo en Perú y su preferencia por el tenis sobre otros deportes.

La cancha “secreta” en el Vaticano

El Papa se sabe que es un gran aficionado al tenis, y el diario New York Times publicó el descubrimiento de una cancha de tenis dentro de la Ciudad del Vaticano, justo al lado de los Museos Vaticanos, visible parcialmente sobre sus altos muros. Este espacio deportivo, ahora bajo la “jurisdicción” del recién elegido Papa León XIV (el cardenal Robert Francis Prevost), evoca una historia poco conocida del Vaticano como un lugar donde el tenis tuvo una escena vibrante.

La existencia de esta cancha roja, escondida y poco conocida incluso por observadores veteranos del Vaticano y figuras del tenis italiano, se revela a través de imágenes satelitales y el comentario de un guardia de seguridad. Los jardines circundantes habían sido cerrados recientemente por el cónclave papal.

NYTimes explora la historia de la cancha, mencionando un antiguo “Torneo de la Amistad” que floreció a finales de la década de 1970 tras la renovación de la cancha, un torneo que involucró a cardenales, miembros de la Guardia Suiza y, posteriormente, a empleados del Vaticano y sus hijos. Entre los ganadores de la primera edición de 1978, estaba el futuro cardenal Giovanni Battista Re y al también futuro cardenal Roberto Tucci, así como a un miembro de la Guardia Suiza.

Sin embargo, la apertura del torneo a más participantes llevó a una disminución del interés y finalmente a su fin, antes de ser brevemente revivido por empleados del Museo Vaticano en 2008.